Hace unos meses todos nos sorprendimos por el cambio de nombre de Facebook a Meta. Lo que, a priori, parecía una actualización de la app, era en realidad un escenario mucho más complejo, la integración del Metaverso en las redes sociales. Esto provocó que el hashtag “meta” fuera trending topic, creando un gran revuelo en el mundo social media. Pero para entender mejor esta cuestión es necesario que expliquemos el origen de Meta y el Metaverso.

Meta es la combinación de elementos de realidad virtual aumentada y la conexión de personas mediante avatares creados en el propio universo. Según Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, el universo de la realidad virtual es tan grande que generará millones de euros. Se puede llegar a pensar que estamos años luz de hacer realidad las películas de Yo Robot, La Familia Intergaláctica o la recientemente estrenada Ready Player One, pero la realidad es que en este 2022 marcas como Gucci, Coca-Cola o Louis Vuitton ya han implantado sus servicios en los servidores de Roblox y están dirigiendo sus estrategias de marketing hacia este nuevo universo, que se abre ante nosotros.

Otro ejemplo muy práctico para entenderlo es la implementación de la realidad aumentada en Inditex dentro de la plataforma de Pull and Bear porque podemos comprar e incluso cambiar de prendas a nuestros avatares para ver el resultado y la experiencia de compra es inmersiva, sin necesidad de desplazarnos o hacer largas esperas en los probadores. Y llegados a este punto, la pregunta no sería otra que la siguiente:

Los más conservadores opinan que se está creando un vacío legal, similar al mercado de las criptomonedas, pero solo hay que mirar al continente asiático que ha aumentado la producción de gafas de realidad virtual. Si hablamos de su aplicación en el terreno del marketing podemos ver, sentir y oler un producto, sin movernos de nuestro hogar. Como técnica de venta esto es increíble y si miramos los costes son todo beneficios porque ya no es necesario tener una tienda física para vender, por lo que se produce un ahorro considerable de los costes de mantenimiento. Ahora una marca ya puede tener alojados sus productos dentro del Metaverso y olvidarse de pagar los gastos asociados al alquiler, por ejemplo.

Otro tema que está en el punto de mira de los más visionarios en el terreno del marketing y el arte son los NFT. Si no sabes qué es, no te preocupes, desde Kernmark te lo explicamos: NFT es el acrónimo que hace referencia a un token no fungible, lo que quiere decir que es un archivo único e irrepetible que está codificado y encriptado. Realmente la venta de NFT ha sufrido un boom exponencial en el que una persona logró ganar 18 millones de euros con una colección de monos.

Existen varias plataformas, como pueden ser Open Sea y Exchange.art, que funcionan mediante una billetera y los pagos se realizan en diferentes criptomonedas. La persona que sube una colección estima el precio en función de la moneda en la que invierte. Al ser un mercado inestable puede subir o bajar el precio y es por eso que esto provoca que se compren NFTs a precios desorbitados. Los expertos dicen que llegará un momento en que la especulación será tan grande que se provoque una quiebra en los mercados del bitcoin.  Pero lo cierto es que ahora mismo está siendo utilizado por un 20 % de artistas, el restante son coleccionistas que buscan dar rentabilidad a sus inversiones, comprando mucho, pero vendiendo más rápido.

Y esto, en resumen, es el futuro más cercano al que se acerca la humanidad. Un nuevo escenario al que, una vez más, al sector del marketing le toca reinventarse para formar parte de Meta y del Metaverso. Tanto es así que los expertos ya anuncian que probablemente tardará entre 10 y 15 años el Metaverso en convertirse en una realidad cotidiana. Por tanto, es momento de estudiar la implementación de nuevas estrategias para incluir nuestros productos en el Metaverso y no quedarnos atrás.