¿Es el “woke marketing” moda o compromiso?
Al principio, el “woke marketing” era visto como una especie de postureo o de querer quedar bien con la audiencia. A pesar de ello, sigue siendo muy importante que se rompan ciertos estereotipos y que se pueda llegar a influir en la opinión pública positivamente. Se han reivindicado todo tipo de injusticias, como por ejemplo: las raciales, la desigualdad salarial femenina, la inclusión y diversidad de las personas con discapacidad.
Actualmente, los consumidores buscan conectar de gran manera con la identidad de marca de una empresa y que sobre todo se puedan identificar con ella. Los principios, que caracterizan a una compañía se han convertido en un elemento diferencial y con mucho valor, es por ello por lo que muchas compañías han decidido incluir su posicionamiento en diversos temas sociales en su estrategia y comprometerse al mismo tiempo con ello.
Ya son varias las compañías que lo han aplicado llegando a un gran público y contribuyendo al cambio.
- Es el caso de Gillette España, donde se rompe el mito de la `Masculinidad Alfa’ gracias a la inclusión de famosos muy diferentes como Paco León, así como Rubén Errebene, Drag Queen.
- Más recientemente , está el caso de Douwe Egberts, `something to share´, donde se muestra a dos jóvenes lesbianas a las que su padre les invita a u café, aceptando así la identidad sexual de estas.
El mundo de la moda es el próximo en sumarse a esta tendencia, empezando a incluir más colecciones de ropa sin género, siguiendo el ejemplo de famosos como Harry Styles o Billie Eilish que rompen con estas etiquetas.
Todos estos casos, contribuyen a avanzar hacia una sociedad más tolerante, respetuosa e igualitaria.
Muchas, lo sentirán como una moda si realmente no tienen esos valores impregnados en su cultura corporativa. Es ahí, donde seguramente se pasa del compromiso a simplemente ser parte de una moda, para mejorar la imagen de la empresa.
Pero ahora más que nunca, los consumidores se han vuelto más exigentes y tienen muchas más herramientas para contrastar información y por lo tanto, averiguar si la marca está realmente comprometida con aquello que defiende, siendo auténtica y transparente o simplemente quiere aumentar sus beneficios aprovechándose de alguna causa, si esto es así, los esfuerzos de estas compañías se habrían quedado en un mero “woke washing” y es ahí donde aparecen los problemas del “woke marketing”, que han experimentado empresas como Pepsi, con dos campañas que fueron canceladas por ser ofensivas, McDonalds o Starbucks.
En efecto, los resultados de comprometerse pueden ser muy buenos y son los consumidores los que analizan y deciden si les inspira confianza.
Implantar el “woke marketing”, puede ser positivo, pero tiene que llevarse a cabo en todos los niveles para que no provoque un efecto rebote.